Mientras las
manos descubren senderos escondidos,
Se abren
paraísos húmedos de hambre.
No me basta
con escribirte poemas con la luna,
necesito ser
locura en tu razón de orquídea reina.
No me basta
con pensarte cuando hay melancolía,
necesito
vivir la noche en tus brazos como poeta.
No me basta
con rimar mi boca con tus besos,
necesito
conjugar el verbo de tu cuerpo con el mío...¡¡
A veces,
Amor...siento que en un suspiro,
te tengo en
la punta de mi lengua pecadora...¡¡
A veces
Amor…siento que en un sueño
eres la
realidad que me hace santificar tu boca.
A veces
Amor…siento que tu desnudez
Es una tibia
marea en el reino de mis sábanas.
No me basta
con soñarte como luna llena,
necesito
conjugar el verbo de tu alma con la mía...¡¡
Orquídeas tiritan
de nostalgia en la ara de la noche
Mientras
Imagino la copa de tus pechos en mis labios,
Y el temblor
de tus escalofríos en la gema de mis dedos
Como cálido
manantial fluyendo por tu espalda.
Coronó tus
colinas con el telar que tejo con mi lengua,
Trillo
trigales húmedos de uvas con mi lagar de besos.
Te alzó
sobre mi reino a tus pies sometido por tu piel,
Te declaro
santa y pecadora en el nudo de mis brazos.
No me basta
con amarte mujer de este modo tan poético
Necesito tu
cáliz por comulgar con mis pecados favoritos…¡¡
Mujer, en el
paraíso sin límites del nudo de tus brazos
Me declaro
poeta y pecador por una manzana mordida,
Proclamo
santidad en el templo de tu gloria como adán
Y no me
basta con hacer de tu carne mi territorio,
O de tu
llamarada interna mi hoguera intensa,
Y de tus
labios reciba la savia de tus besos,
necesito que
seas evangelio para el salmo de los míos.
©WalterPineda™