domingo, 17 de mayo de 2015

DISUELTO EN SAL



¿En la lejana melancolía
que en el muro de la noche escribe,
has dibujado pensamientos
en forma de palomas mensajeras?
Así mi corazón es oleaje
que llega a la arena
disolviéndose en espuma y sal.
Te he buscado en cada esquina,
en cada poema que desembarca
su metáfora de nitrato y madera.
Escribo en hojas mi otoño
Vivo en lluvias mi dolor
Sueño en lunas tus besos Mujer
Emigro en olas y alas desde mi silencio
Naufrago en amores imposibles
Y sin embargo
Escribo en la húmeda arena
Poemas que solo el mar leerá.

Me desbordo
Cuan río fuera de su cauce
Demasiada melancolía
No cabe en mi corazón tan pequeño.
Camino, pero mis huellas se las lleva el viento,
Se humedecen mis ojos de sal
Cuando besa mi rostro la brisa del mar.
Tengo tristezas que me habitan como hormigas.
Vacías mis manos sin la tibia copa de tus pechos
Amargo mis labios sin la uva de tus besos
Ciego mis ojos sin tu mirada Mujer
Esta noche en que la luna duerme oscura y ausente
Eres entre estos versos disueltos en sal
Una estrella imposible en la constelación
De mi corazón tan pequeño
Que ya no cabe tanta melancolía
Que me regala en olas el mar.


©WalterPineda™