viernes, 29 de junio de 2018

SOBERANIA Y TERRITORIO


Desde mi alma
quiero sembrar semillas en tu corazón.
Llamarte en voz alta cuando hay luna,
nombrarte diosa cuando estás desnuda,
proclamarte territorio único cuando eres mía,
describirte universo cuando tus brazos me cobijan,
santificarte cuando tu boca me conjura.

El amor te viste para alegría de mis sueños.
El amor te desviste para gozo de mis ojos.
Hay palabras que te vetan en su verbo,
Prohibido es mi religión no reconocida,
por eso te declaro territorio santo
para el hambre que tengo por tu corazón,
sed definitiva por las uvas de tus labios,
por la ternura que se fuga de tu alma por los poros ,
por ese calor de miel libada en deseos
que en el panal inmenso de tus brazos
te santifica como abeja reina.

Soberanía astralina arde en tu presencia,
en la forma primaveral de tus pechos,
en ese lenguaje desnudo de tu mirada ,
en la danza perfecta de tus caderas
y en tus uñas clavándose  en mis costillas
cuando el orgasmo en tu boca
abre su profundo pétalo mudo.
Quisiera sembrar en ti un sueño
que nos una en un nudo imposible,
como dos enredaderas hambrientas
que se encuentran en medio del muro...

Solo en ti es posible lo imposible
cuando en medio de la noche
nos encontramos desnudos
en el meridiano del nuestro lecho
solo para reclamar territorio y soberanía.

Walter Pineda©2018