lunes, 28 de febrero de 2011

SOLO NECESITO


Tengo hambre de tu silencio delgado y perfumado.
Yo voy a dejar de lado hechizos gitanos o lunares.
Simplemente necesito tu silencio para mi silencio.
Que me mires por la eternidad que da un instante.

Ojala existieran palabras para decir lo que siento.
Todo se traduce en esa mirada que de Ti viene
Como un oleaje muy calido que derrite y doblega,
Y que solo necesita un lapsus de tiempo breve.

Deja sentir la sensación abrumadora que provoca
tu sola presencia cerca de mi corazón vulnerable.
Esto que solo se puede medir con cinco sentidos
Que recorre mi cuerpo como energía sustentable.

Solo sé que tus brazos son un imán para mi cuerpo.
Solo sé que tu voz es para mis oídos una melodía.
Solo sé que tus besos son necesarios para mi boca.
Solo sé que sin TI, nada de lo que me rodea tiene vida.

Pero en este momento, me estorba toda palabra.
Simplemente deseo que me mires desde tu silencio.
Porque esa mirada perfumada con la cual me tocas,
en este instante íntimo, es lo que de Ti Solo necesito.

FUERTE OLEAJE


Me siento sin defensas ante tu mirada,
Frágil ante la tentación roja de tu boca
Vulnerable a la trama de tus manos
Y al calor húmedo de tu orquídea rosa.

Tú eres el viento cálido que sopla dulce
Tú eres en mi jardín la orquídea reina.
Si pudiera dibujar un sueño en tu telar
Solamente con la punta de mi lengua.

Desnuda al alba como una simple espiga
Te anudas a mi piel no solo con tu boca.
Buscas en la miel ansiosa de tus deseos,
el infinito morir dulce de tus íntimas olas.

Siento la humedad cálida de tu rocío,
en mis brazos sofocada por mis besos,
te encuentras aferrada con todo a mí,
con tus caderas danzas sobre mi cuerpo

Tejes en mi corazón de argonauta poeta
con los mimbres de tu desnudo universo.
Alimentas mareas altas con lácteas lunas
y me entregas el frescor de tus pechos.

Dame de tu lengua inquieta eses juego
que provoca tu deseo de maduras cerezas,
de sentir mis dedos dibujarte así desnuda,
Así por dentro y por fuera como greda.

TE SIENTO VIVA EN MI


Te siento amor tejer en mi piel con tus dedos
Redes cálidas de escalofríos y brisas desnudas.
Te siento Mujer apegada a mi cuerpo sudada
Navegar entre besos de miel y miradas de luna.

Quemo pensamientos como estrellas la noche
Consumo como naranjas y uvas nostalgias vivas
Tengo en mi lengua el sabor de una orquídea
en mi crisol profundo como llamarada, tu vida.

Eres simplemente tu mujer que amo y cosecho
el leño desnudo para el fogón de mi existencia.
Te necesito siempre al costado de mi silencio
Para mirarme en el espejo de tus ojos cautivo.

Para este poema que aquí arde solo necesito
que me des la savia de tu rosal perfumado,
los lácteos pétalos de tus pechos fina alondra,
el panal enloquecido de tu boca de arándano.

Tú provocas el frenesí de avispas en mis venas
Soy este hombre que solo navega por tu silencio.
Mis pensamientos te abrazan cuando estás sola
y son tristes si te vas lejos en las hoja del viento.

Sentir el roció de tu perfume, humedece mi alma
Sentir tus pasos en mi alcoba enternece mi vida.
Sentir abeja sensual tu vuelo entorno a mi lecho
Me hace desear tu corazón de miel y leche cálida.

Se enciende mi corazón como antorcha nocturna,
te busca latente para poder sobrevivir la soledad,
lleno de sed por tu boca se vuelca en tu copa,
te bebo desnuda como si tu fueses una luna llena.

MUJER ERES TU MI FUEGO Y MI COSECHA


Eres el fuego que me consume furioso en sus leños
Eres el fuego que abrasa, derrite y me hace tu miel
Eres el fuego que en mi boca es una llama húmeda
El fuego que en mi sangre es fisión y fusión en tu piel.

Eres en mi corazón una llamarada de astros y cobre
Eres en mi corazón una veta interregna de luceros
Eres en mi corazón una marea latente de hojarasca
Eres en mi corazón una hoguera de rojos cerezos.

Mujer, eres Tu mi dulce fuego profundo y mi cosecha
Mis manos son las que tejen en la greda de tus fibras
Mis manos son las que aran en tus trigales húmedos
Y son las que saben de memoria tu loca geografía.

El fuego carnal que mi tierra brava me dio por gen
El fuego que en mis ojos acinarios ríe y te vulnera
El fuego que en mis manos es tormenta y te caricia
Solamente en TI, mujer, es una ardiente hoguera.

Son mis ojos dos leones que te devoran desnuda.
Tengo solo para ti una siembra intocada de anhelos.
Son mis dedos diez pinceles sobre el telar de tu piel.
Es la gravedad de mi boca la que atrae solo tus besos.

Eres tu mujer que me anclas al muelle de tu corazón
Eres tu mujer la que me perfuma la vida con tu vida
Eres tu mujer la que me da vida en cada amanecer
Eres Tú la que me alimenta como el pan de cada día.