Yo, guerrero de la luz de Mizar
Y los aceros de Milano,
¡Recibí tantas heridas en batallas!
Pero la más feroz recibida y cuya
Cicatriz de fuego podéis ver aún
Aquí en mi pecho lombardo,
desde el corazón al alma,
me la hizo la mujer que amo…¡¡¡
4 comentarios:
Mi Poeta, traigo unas gacitas, alcohol y todo mi cariño, curemos esa herida, dicen que el amor todo lo cura... Será?...
Esasheridas...tan difíciles de cicatrizar.
Un abrazo
ahummm netonces no será una herida mortal....
sino de vida!!!
que letras amigo poeta!!!
te beso:)
Esas son heridas que duelen doblemente.
Saludos.
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