sábado, 2 de agosto de 2014

LUNA CONQUISTADA


Mujer,
necesito sentirme profundo en tu carne,
quemando el universo en tu desnuda hoguera.
Mujer, deseo sentirte hambrienta por mi boca,
por las caricias que tejen mis diez lazarillos,
por el roce de mis labios en tu huerto,
por el delirio supremo que se vive en llamas
en la dulce y profunda carne poseida.

Mujer, amo la marea que me provoca tus caderas.
Amo ese temblor que me sube como savia
por el centro de mis huesos,
esa electricidad dulce que corre a pies descalzos
por los senderos de mi sistema nervioso central.
Latido a latido mi corazon te hace señales de humo,
mirada a mirada mi alma te manda anónimos,
suspiro a suspiro mis pensamientos te desnudan
en el espejo que cuelga de la noche.

Mujer, me atas a tus deseos
como la raíz cava en la tierra para aferrarse al planeta,
como tu piel bajo el hechizo de mis labios,
quiero tus manos atándo mis huesos,
tus piernas atrapando mis caderas,
tus caderas danzando mareas infinitas
tus pechos alimentado mi erotismo,
tus jadeos y sudores tejiendo un rosario,
y entre bocas que se buscan y se encuentran,
a tu cintura atado como un marino a las olas,
pronunciar tu nombre dulce como un último suspiro,
mientras se junta el cielo y la tierra
en tu luna conquistada.


©Waltherpineda

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