Baja mi alma
por el camino
ondulante de los ríos
Baja mi sombra
en las alas del Yal
que rompe gravedad
Baja mi voz
en el silencio que
puebla la gema cima
Baja mi corazón
en cóndor que reina
en la altura
Baja mi poesía
a beber en los
esteros claros del Cachapoal.
Mis pensamientos se
mecen
en los eucaliptos
duros de la mano del viento.
Mis sentidos vuelan
con los mirlos
que giran en torna
al crepúsculo que baja sus ojos.
Y mientras la noche
se desviste sin luna
Soy mineral silencioso
en vetas nativas de sal.
Si quieres saber en
qué crisol fue fundida mi alma,
O en qué profundo
lucero
fui greda en las manos
de Dios,
pregúntale a la
montaña nativa
donde el cobre
plagia la noche,
donde aprendí este
lenguaje de pájaro,
porque huelo a
boldo y canela en otoño
y a maduro café en
primavera,
pregúntale a la
montaña madre nativa
donde en carne y
gredal artesano me hicieron
y entre espigas y
juncos campesino tejí estrellas,
donde en una
manzana desnuda
el amor me dio
mordisco y pecado,
donde me enseñaron
a leer el salmo del viento,
donde mi alma
encendió su tea poética
y mi corazón se
hizo argonauta.
WalterPineda2014
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