lunes, 28 de marzo de 2011

DICHOSO EL HOMBRE AQUEL




Dichoso el hombre aquel
Que sea dueño de tu amor
Y recoja de tu corazón
La siembra que he hecho yo.

Dichoso el hombre aquel
que bese tus labios de miel
y goce con el sabor de tu lengua,
que amaestre yo.

Dichoso el hombre aquel
que redescubra en tu suave piel
los tesoros que huelen a rosas y canela,
como lo hice yo.

Dichos el hombre aquel
que bajo la luz de la luna en celo
mire tus ojos de loba y bruja,
y caiga encantado como yo.

Dichos el hombre aquel
que huela el trigo de tu pelo
en la mañana húmeda de besos,
como los hice yo.

Dichoso el hombre aquel
que se aferre jadeante y sudoroso
a tu cuerpo como enredadera al muro,
como me aferre yo.

Dichoso el hombre aquel
que te reinvente cada primavera
qn las rosas que arden sus copas,
como te invente yo.

Dichoso el hombre aquel
que tome tu mano, mire tus ojos
bese tu boca y susurre a tu oído
cuando el corazón sonría de amor,
como sonreí yo.

Dichoso el hombre aquel
que te pueda dar el anillo y la promesa
de un amor esperanzado en ser eterno,
como no fui y no lo hice yo.

Y si el que ahora es dueño de tu lecho
una noche oscura de pena y lluvia
llorara desconsolado el haberte perdido
Yo me sentaré a llorar con él.

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