La noche se
hace cómplices de nuestros deseos
besos y
miradas una sola hostia
carne a
carne confesamos nuestras almas
nuestras
bocas pecan y comulgan sus secretos
cuerpos
anclados en un muelle intenso y profundo
caliente
sudor evapora nuestros latidos
sentimientos
que son razones de locura
Yo, te vivo
en cada verso que encuentro en Ti
En el suave
y tibio roce de tus pechos
En tus
muslos que como una trampa me atan
En tus
caderas y su embrujo de oleajes
En tu boca
pecadora que me santifica
En tu
cabellera que cae en cascada sobre mi rostro
En la
desnudez que en horcajadas me sostiene
Yo,
astronauta de tu universo navego ciego y sin descanso
Yo,
robándote suspiros como uvas y manzanas
Yo,
olvidándome del mundo en tus brazos
Yo, en ti
burlándome de la muerte
Yo, en Ti
emigrando al horizonte de tus ojos
Yo, envuelto
en el perfume de tu luna
Tú, siendo
en mi piel...mi carne
Tú, siendo
en mi carne...mi alma
Tú, tocando
mi alma con el roce de tus alas
Tú, esencia
de mi vida
mi aliento en
tu mejilla
mi aire en
mi pulmones
mi sed y
hambre en mi angustia de poseerte como tierra
Tú, siendo
en mi alma...Mujer en llamarada y poesía.
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