Me declaro
culpable
Aquí en este
ilustre tribunal de poetas y juglares,
que ella por
mi culpa sin descaro ni decencia
se desnudó
entre versos y besos y miradas que queman,
y embrujado
yo escalé por las colinas de sus pechos,
hice hostia
perfumada con su harina,
aré
campesino y ciego en sus huertos,
tallé su
cintura entre mis dedos como cántaro,
y en su boca
de manzana fui culpable
de mordiscos
y pecados,
descalzo
bajé a manantiales prohibidos a beber
entre sus
piernas húmedas de rocío y alba,
me revolqué
con ella sola
libremente
como carne y deseo
entre
sombras y estrellas alcahuetas,
soy culpable
de este pirómano silencio
que robó
entre llamas sus suspiros,
y en la
arena tibia de la noche,
con los
grillos como cómplices insurrectos
culpable soy
de segarle a fuego fulminante,
verso a
verso beso a beso
en los
trigales más profundos,
donde se me
regalo como fruta
la luna
bruja en noche llena.
©WalterPineda™
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